Bitácora de Ruta Día 16 - 04/08/09
Pasado el medio día y luego de compartir nuestras experiencias de rutas con nuestros seguidores en la red, empacamos maletas y continuamos nuestra ruta rumbo a las ciudades de Manizales y Pereira en el Eje Cafetero.
La ciudad de la hermosa primavera que nos recibió con puertas abiertas y más florecida que nunca por su feria de flores parecía como si no quisiera que sus visitantes salieran de allí en esta época de fiesta para los antioqueños, que con una amplia programación cultural no solo en su capital sino también en sus municipios aledaños ofrece al turista múltiples opciones de participación y conocimiento de la cultura histórica y emprendedora de una raza que ha marcado el desarrollo del país.
La salida no fue fácil por todas las obras de infraestructura vial que se están llevando a cabo en su salida sur, algunos arreglos importantes pero otras obras de gran impacto como también trabajos en las montañas que bordean la vía para corregir y prevenir derrumbes. Una salida incomoda ahora pero un sacrificio que debemos pasar para que en corto plazo tengamos una mejor experiencia tanto para ingresar o salir de la ciudad.
Luego de pasar el alto de minas y llegar al peaje nos esperaba la primera avanzada de motorizados que había dispuesto la policía de carreteras, quienes nos fueron bajando rápidamente de la montaña abriéndonos camino entre los camiones y buses que por allí transitaban. Un compromiso increíble de esta institución con nuestro sueño expedicionario para que llegáramos rápidamente y en buen estado a cada una de las estaciones dispuestas para desarrollar nuestras actividades.
El paisaje que nos deparaba la ruta cada vez se hacía más hermoso y nuestra cámara fotográfica no dejaba de disparar al capturar los parajes y picos de montañas que nos impactaban, contando igualmente con todo el lecho del rio Cauca por donde bordeaba la carretera rumbo a Pereira.
Juan Esteban y Juan David pasaban su tiempo desarrollando actividades que compartíamos o corregíamos, veían sus películas, opinaban sobre el trayecto y las expectativas de llegar a la Perla del Otún donde teníamos previsto hospedarnos donde uno de nuestros familiares que allí residen.
Cuando la noche ya nos acompañaba vimos el cielo radiante por el reflejo que Manizales enviaba al firmamento, ciudad que tuvimos que pasar de largo y aplazar la visita a la misma, para cuando el sol la iluminara completamente y sus habitantes estuvieran transitando la plaza de la catedral, sitio donde volveremos para entregar los abrazos correspondientes.
Ya pasadas las 8 de la noche entramos a Pereira luego de pasar por Santa Rosa de Cabal conocida por sus termales y la industrial Dosquebradas con su sorprendente Viaoducto que marca el ingreso a la capital risaraldense donde nos dirigimos por la vía que nos lleva hacia la salida sur de la ciudad, sector donde nos esperaba nuestra familia y punto de descanso del largo trayecto del día.
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