Ocho días después de nuestra llegada a la Sultana del Valle, reiniciamos nuestro recorrido expedicionario por los territorios que hacen parte de nuestra historia y guardan cientos de recuerdos de situaciones de trajeron finalmente la libertad del imperio español.
Nos fuimos por la vía que de la Uribe-Uribe nos lleva a la región cafetera en el Valle del Cauca, Sevilla una población que vivió los rigores de la violencia civil luego de los años 50 luego de la muerte del caudillo liberal Jorge Eliecer Gaitán, personaje que hoy día cuenta con un busto en pleno parque principal cuya vida turística se redujo drásticamente luego que se abrió la vía a Armenia por el crucero que hoy existe en La Paila.
Desde lo alto de la montaña nos encontramos hacia el Occidente toda una llanura plenamente demarcada por una región agroindustrial donde divisamos el Ingenio Riopaila, empresa líder del departamento que procesa la caña de azúcar. Una panorámica que siempre le recordará a la capital cafetera por donde se le fueron los miles de carros que hoy circulan por aquellas vías que en el pasado tenían como paso obligado al unir el centro del país con el pacífico.
Llegamos a Armenia a eso del medio y a la distancia vimos una gigantesca bandera que adorna la gobernación del departamento la cual nos sirvió de guía para irnos acercarnos al parque de Bolívar donde encontramos cientos de ¨cuyabros¨ (como le dicen a los quindianos) tomando el receso del almuerzo antes de reiniciar sus operaciones laborales al comenzar la jornada laboral de la tarde.
Nos encontramos con rostros de hombres y mujeres que reflejan la fortaleza de una población que se levanto como el ave fénix luego que su ciudad fue destruida hace más de 10 años por un fuerte terremoto que afecto gravemente el triangulo de café. Nuestros brazos extendidos fueron gratamente recibidos por sus habitantes quienes se ponían de pie luego de escucharnos y respondían a nuestra invitación del abrazo del bicentenario.
Igual uno que otro adulto se sentía intimidado para responder a un abrazo o porque ha sido una demostración de afecto que no tuvieron desde su infancia que rechazaban el abrazo franco y sincero que hemos ido entregando en el país con el propósito que quien lo reciba pueda romper su indiferencia y pueda acercarse más a los suyos demostrándoles su aprecio, con una acción sencilla pero impactante como es el abrazo.
El tiempo transcurría y poco a poco íbanos rodeando la plaza. Adriana, acompañada con el pequeño Juan David avanzaban con gozo llegando a muchas personas que le escuchaban atenta su exposición, la cual generaba confianza a sus interlocutores quienes abrían sus brazos en repuesta a la invitación. Escuchamos voces de respaldo y reconocimiento quienes nos invitaba a continuar con este propósito, palabras que nos motivan a llegar el mensaje de reconciliación que nos hemos propuesto.
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